INVESTIGUEMOS

INFORME DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL FORTALECIMIENTO DE LAS HABILIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA:

Aquí, encuentras el enlace para acceder a la publicación del informe final, producto de la investigación asesorada y dirigida por el Dr. Carlos Fernando Vélez Gutiérrez y realizada en el marco de la Maestría en Educación de la Universidad de Caldas:


FORMULARIO SOBRE PRÁCTICAS DE LECTURA Y AUTOPERCEPCIONES:



OBRAS DE TEATRO PARA LA INTERVENCIÓN EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA FLUIDEZ LECTORA PARA LA COMPRENSIÓN


ANÁLISIS DE RESPUESTAS AL FORMULARIO SOBRE PRÁCTICAS DE LECTURA Y AUTOPERCEPCIONES:

Utilizando el instrumento anterior (formulario), en una exploración inicial hecha en los meses de febrero y marzo, sobre las características auto-percibidas y las condiciones de lectura de 29 estudiantes de grado 4° de la ENS, encontramos en ese momento como aspectos significativos los siguientes: 

En relación con su auto-percepción, solamente el 17% se consideraron excelentes lectores. Lo anterior permitió identificar el reconocimiento que tienen los niños y niñas sobre su condición de lectores y muestra que los demás consideraron que podían o necesitaban mejorar. 

En relación con los documentos que leen, apenas el 3% mencionó que consigue los documentos que lee en su casa. Esto permitió identificar que el acceso desde sus hogares a documentos es muy restringido. La situación anterior es coherente con la baja disponibilidad de libros en sus casas.

En este sentido, el 70% de los estudiantes manifestó tener menos de 10 libros en su contexto inmediato. Lo mismo sucedió con periódicos y revistas, porque el 80% mencionó tener acceso restringido a dichos medios de comunicación. 

De otro lado, en relación con los libros que les gustaría tener de su propiedad, cerca del 70% dijo tener poco interés en ellos, el 7% no tuvo ningún interés y solamente el 17% expresó tener un interés mayor. 

Sobre sus preferencias, el 7% manifestó que no le gustaba leer, el 14% que prefiere leer en las mañanas, lo que significa que la mayoría prefieren hacerlo en tiempos diferentes al de la jornada escolar. Además, cuando se les consultó por la época en la que leen más, el 44% dijo que durante los periodos escolares, lo que muestra que un poco más de la mitad del grupo lee más en tiempo de vacaciones. 

De otro lado, sobre la intensidad horaria de la lectura al día, el 21% expresó leer menos de una hora; la mitad del grupo dijo que lee una hora y el 27% que lee entre 1 y 3 horas. Lo anterior significa que la mayoría no reconocieron las actividades escolares que recurren a diferentes tipos de textos como parte del tiempo de lectura. Esta conclusión es coincidente con lo que sucede los fines de semana, porque dentro de las actividades que realizan con sus familias la lectura no tiene un papel relevante durante estos días; esto se evidencia en que el 72% de los estudiantes manifestó leer 1 hora o menos durante los fines de semana.

Sobre los tipos de textos o contenidos de los textos, la mayoría de los estudiantes dijo que lee textos de literatura (55% cuentos, 31% poesía, 10% cuentos para jóvenes, 10% novelas románticas), los que generalmente están asociados con prácticas escolares y recreativas. Solo el 21% mencionó leer revistas de carácter científico, el 24% páginas de internet, 14% chats y redes sociales. Al mismo tiempo, el 85% expresó realizar lectura recreativa, incluyendo entre ellos: tiras cómicas, revistas de farándula, revistas deportivas, religiosos, salud, revistas sobre arte. 

Sobre los objetivos que pretenden lograr cuando leen, el 55% seleccionó que buscaba ganar un examen y el 21% hacer un trabajo escrito para la escuela, lo que se puede interpretar como una condición relacionada básicamente con los requerimientos de las actividades escolares.

Un alto porcentaje manifestó que tiene como intereses conocer o profundizar sobre diferentes aspectos (44% aprender nuevas palabras y conceptos, 17% otros lugares, 14% resolver inquietudes, 17% profundizar sobre lo que les interesa, 17% conocer lo que sucede en el país o el mundo, 31% conocer más algunos autores). Por su parte, el 31% dijo que tiene como objetivo aprender a leer y un alto porcentaje de estudiantes expresó tener objetivos relacionados con otras personas (31% Darle gusto a los padres, 28% compartir con los compañeros, 24% darle gusto al profesor, 24 % conocer otras personas, 24% rezar, 21% pasar el tiempo libre con amigos, 17% ayudar a los hermanos con la tareas).

Finalmente, un bajo porcentaje reconoció tener objetivos relacionados con el ocio (20% divertirse y 17% descansar). 

En relación con el procedimiento o las características de la lectura que realizan, el 73% de los estudiantes dijo que lo hace en silencio, mentalmente, mientras que el 24% lo hace en voz alta; el 48% lo hace despacio; el 31% descansa cada cierto tiempo; el 17% lee varias veces el mismo texto; el 17% consulta las palabras desconocidas; el 14% se imagina el significado de las palabras que no conoce; el 20% suspende la lectura y piensa lo que lee; el 17% escribe lo que lee; el 14% escribe lo que piensa sobre la lectura; el 10% suspende si se desconcentra; el 17% subraya lo que le parece importante; el 10% le agrega comentarios al texto y el 21% no raya los textos. Los datos anteriores argumentan sobre la caracterización de una lectura que tiende a ser superficial y no está orientada a la comprensión, sino a la decodificación de los contenidos. De otra manera, podríamos decir que representan una lectura tradicional enfocada en los textos. 

Sobre los lugares que utilizan para leer, el 90% expresó que lee en la casa, lo que significa que a pesar de tener un acceso limitado a textos, la casa se convierte en un espacio para leer y, dentro de la casa, el lugar que más usan es el cuarto (48%). Solo el 14% mencionó el salón de clase y 17% la biblioteca de la escuela como lugares en los que leen, a pesar de que las actividades escolares están mediadas permanentemente por la lectura de diferentes tipos de textos. Por último, hay un porcentaje menor que dijo leer en espacios diferentes a la casa y la escuela (17% biblioteca del pueblo, 17% parque del pueblo, 10% sitio de internet, 10% casa de la cultura, 4 % iglesia o templo). 

Sobre las dificultades que manifestaron los encuestados cuando leen, las 2 mayores son que el 41% se desconcentra fácilmente y el 31% encuentran muchas palabras que desconocen. 

Finalmente, dijeron que los que más les gusta hacer cuando están descansando son: el 59% leer, el 55% ver televisión, el 45% dibujar o pintar, el 38% montar en bicicleta, el 38% jugar videojuegos. En este aspecto sobresale la lectura como una actividad recurrente en el descanso, a pesar de las formas precarias de lectura que utilizan. 

En síntesis, podríamos decir que, si bien la lectura es una actividad reiterada en diferentes escenarios y situaciones escolares y familiares, los datos tomados en ese momento muestran que su auto-percepción como lectores tiende a ser limitada, que las condiciones en las que realizan la lectura no son las más adecuadas y que los logros que desean alcanzar mediante su uso son definidos por otras personas y predominan los intereses académicos.


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